Diferencia entre vitrocerámica e inducción
Un de las muchas preguntas que nos hacen en el servicio técnico en el Puerto de Santa María está relacionado con las cocinas y tiene que ver con las diferencias entre la placa de vitrocerámica y la de inducción. Nosotros queremos despejarte las dudas que puedas tener al respecto.
Suelen tener un precio más asequible que las de inducción, dado que es una tecnología más común y menos avanzada que las de inducción y su precio suele rondar unos 175/200 euros aproximadamente.
Las placas de inducción funcionan mediante magnetismo, por lo que únicamente calienta los recipientes cuando los detecta y no corremos ningún riesgo de quemarnos si no hay recipiente. El calor es producido por lo que se conoce como corrientes parásitas y agitación magnéticas, por lo que es necesario el uso de recipientes de metal ferromagnético, que tengan fondo plano, liso y grueso.
En este caso, la limpieza de una placa de inducción es más fácil y el consumo es inferior al de la vitrocerámica. El punto en contra es que hay que tener sartenes y cazuelas específicas para cocinas de inducción, no sirve cualquiera que esté fabricad en aluminio, por ejemplo, porque no es un metal ferromagnético.
Placa vitrocerámica vs inducción
La placa vitrocerámica funciona por resistencias. Se trata de un sistema en los que hay un vidrio que resiste altas temperaturas entre la fuente de calor y el recipiente que quiere calentarse. Hoy en día, por comodidad, limpieza y seguridad, muchas viviendas cuentan con este elemento en las cocinas.Suelen tener un precio más asequible que las de inducción, dado que es una tecnología más común y menos avanzada que las de inducción y su precio suele rondar unos 175/200 euros aproximadamente.
Las placas de inducción funcionan mediante magnetismo, por lo que únicamente calienta los recipientes cuando los detecta y no corremos ningún riesgo de quemarnos si no hay recipiente. El calor es producido por lo que se conoce como corrientes parásitas y agitación magnéticas, por lo que es necesario el uso de recipientes de metal ferromagnético, que tengan fondo plano, liso y grueso.
En este caso, la limpieza de una placa de inducción es más fácil y el consumo es inferior al de la vitrocerámica. El punto en contra es que hay que tener sartenes y cazuelas específicas para cocinas de inducción, no sirve cualquiera que esté fabricad en aluminio, por ejemplo, porque no es un metal ferromagnético.